Fuentenebro
FUENTENEBRO, NUESTRA INTERPRETACIÓN DE LA RIBERA DEL DUERO TRADICIONAL MÁS ATREVIDA.
Como afrontar la adversidad, los miedos y las resistencias resulta difícil para todos. Una dificultad que a la larga siempre obtiene frutos y se ve recompensada.
A más de 900 metros de altitud, en Soria y Burgos, encontramos las parcelas de viñedos centenarios que aprendieron a luchar por la perfección. Una perfección escasa, pero intensa, en forma de fruto de piel gruesa y rica.
Viñedos que han sabido adaptarte a las dificultades de un suelo superficial, con fondo directo sobre roca caliza y expuestos al clima extremo de Ribera de Duero.
ALTURA
Ante el cambio climático y progresivo
calentamiento del planeta, el nuevo equipo de
Señorío de Nava inicia una exhaustiva
búsqueda, durante algo más de tres años, de
viñedos situados por encima de 900 metros
de altitud.
Las uvas procedentes de tierras altas
de Ribera del Duero presentan una
calidad excepcional, pero también
suponen un mayor complejidad y
menor producción.
Las plantas cultivadas en tierras altas
reciben una radiación solar superior,
y los vientos de altura favorecen la
ventilación, lo que da lugar a unas
plantas sanas y fuerte con un fruto
de gran calidad.
CLIMA EXTREMO
La Ribera del Duero es conocida por su
particular clima continental extremo, y
si a ello le sumamos una mayor altitud,
conseguimos acentuar esas características
climatológicas aun mas.
En los viñedos seleccionados para la
elaboración de Fuentenebro las diferencias
térmicas, entre el día y la noche y las
diferentes estaciones del año, son
extremas. Este clima tan particular, da luga
r a un endurecimiento del fruto y con ello
un fortalecimiento de cara a la vendimia.
En las zonas más altas, la bajada de la temperatura
al final del verano es menos
acentuada, lo que permite lograr una maduración
más lenta y un punto óptimo de acidez.
SUELOS COMPLEJOS
Los viñedos seleccionados para la
elaboración de Fuentenebro son todos
prefiloxericas de las de verdad, de
parcelas muy pequeñas y familiares.
Sus suelos mayoritariamente son
superficiales, con mucho cascajo,
erosionados, sobre fondos directos de
roca caliza.
A mayor altitud los suelos son más pobres y
pedregosos, por lo que permiten mayor
drenaje para la vid y evitan que las plantas
crezcan excesivamente vigorosas. Esto se
materializa, en menor producción de uva
pero de mucha mayor calidad y rica en
matices.
